César Heredia

De Subtrama
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César nació en el seno de una familia gitana del barrio de las tres mil viviendas de Sevilla, el 2 de febrero de 1990. Fue el segundo de cinco hermanos. Su padre mantenía a la familia con los ingresos derivados de su empleo de chatarrero, que apenas daba para vestir decentemente a César y a sus hermanos.

Desde muy pequeño César tuvo que lidiar con las duras condiciones de las calles de la barriada marginal de Las Letanías. Las peleas continuas entre bandas callejeras se turnaban con las palizas que recibía su madre. Alguna vez intentó detener a su padre, pero no consiguió más que redirigir la ira de su ebrio padre hacia él mismo. La violencia doméstica y el alcoholismo de su padre fueron dos constantes que marcaron su infancia. Cuando contaba con diez años, dos de sus hermanos pequeños murieron en una reyerta con navajas.

Pero ni la pobreza ni la violencia evitaron que César dejara sus estudios elementales, en los que demostró una especial afinidad por la rama artística. César era un niño inteligente y despierto, que desde muy joven supo que los libros le harían más bien que las navajas. Una vez hubo terminado la educación secundaria obligatoria su padre le exhortó a que se buscara un trabajo para ayudar a mantener a su familia. Con la complicidad de su madre, que siempre anheló huir del núcleo familiar con sus hijos y nunca lo cosiguió, César continuó estudiando el bachiller de artes en el instituto nocturno en busca de un futuro mejor fuera del barrio marginal en el que nació. Si bien esta decisión le costó las burlas de muchos de los adolescentes del barrio, que auguraban que sus esfuerzos por prosperar caerían en saco roto, el apoyo de su madre y de los asistentes sociales le ayudarían a seguir adelante.

Fueron los mismos asistentes los que, advirtiendo el potencial de César, le ofrecieron una beca para estudiar Bellas Artes en Granada. Aunque temía dejar a su madre sola con su padre (sus dos hermanos restantes habían caido en las garras de la heroína y habían abandonado el domicilio familiar hacía tiempo), finalmente aceptó y se trasladó a Granada con 19 años, en septiembre de 2009.

Contenido

Extractos de las cartas de César Heredia a su madre

5 de octubre de 2009

Este barrio es muy distinto de las 3000, mama. Tienes que venir a verlo un día, los pisos y las calles son como las otras calles de Sevilla fuera de nuestro barrio. La gente es muy tranquila y agradable, y la facultad me coge a diez minutos andando.

25 de octubre de 2009

Vete de la casa cuando llegue así, mama. Ya está más viejo y casi no se tiene en pie cuando está borracho. No llores más, que a ese malnacío le quedan dos telediarios. Dale con un zapato como cuando me dabas a mí de chico cuando me portaba mal, o llama a la tita María, que sabes que a ella no le levanta la voz. Para el puente de los Santos me voy a verte, ¡que hace ya más de un mes que no me como ningún puchero!

15 de noviembre de 2009

No te lo vas a creer, mama. Y yo que pensaba que sería una mujer la que me llevaría por la calle de la amargura. Pero es que hay un chiquillo en el bloque que no me quita el ojo de encima. Se llama Lucas, como el abuelo viejo. No tiene padres, mama. Se quedó sin ellos hace dos años y desde entonces vive con su abuela, que es la señora Antonia que vive en el piso de abajo. Yo al Lucas lo conocía de vista, de verlo entrar en la casa de la señora Antonia y de oírlo jugar en la calle con los otros chiquillos. Pero es que el otro día se me acerca y me dice de darnos una vuelta por el Albaycín. Y yo ya me huelo de que va la historia.

1 de diciembre de 2009

Mama el Lucas está colgao. Que me ha dicho que el año que viene te vengas tú a Graná y nos vayamos tú y yo a vivir con ellos a la casa de la señora Antonia, que está mu vieja y se le queda el piso grande. El Lucas es que como tiene 16 años se piensa que la vida es muy fácil. Yo había pensao más bien que el año que viene podría buscarme un pisillo para ti y para mí, y que con mi beca podríamos ir tirando los dos. No se lo vayas a decir a papá que le da algo.

8 de diciembre de 2009

Ha llegao un mendigo al barrio muy raro. Los niños dicen que tiene orejas de perro. A la señora Antonia no le gusta ni un pelo, y el Lucas me ha dicho que no me acerque a él. Aparece por la noche y se me queda mirando. Yo ya le he dicho a esta gente que yo sé lo que es un hombre malo de verdad y que éste no tiene maldad cuando mira. Pero no deja de mirarme, como el Lucas cuando el dio por mí hace dos meses. El otro día le di medio cartón de vino que nos sobró a nosotros del calimocho, y me estuvo contando que él era muy viejo y que había vivido mucho, y que yo tenía potencial y nosequé historias. Está colgao, pero es gracioso.

15 de diciembre de 2009

Me ha llamao la tita María y me ha dicho que estás en el hospital. Voy para allá mañana, me pierdo un par de clases pero no te voy a dejar sola. El primo Manolo me lleva, que está aquí porque se vino a hacer unas cosas ayer. Te juro por lo más sagrao que ese desgraciao no vuelve a pisar la casa.

25 de enero de 2010

Mama, perdona que no te haya escrito en todo este tiempo. Me pasó una cosa que... que ya te contaré. Tengo que ir a verte, pero primero tengo que hablar contigo por teléfono. Ya le he dicho a la tita María que te avise y que te llamo a su casa. Tenía que haberle hecho caso al Lucas y no juntarme con mendigos.

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